![]()
|
«En las calles y parques de nuestras ciudades es habitual ver a la policía exigir la documentación a ciertas personas y luego detenerlas. Sus hijos son los compañeros de escuela de los nuestros, y estos se preguntan: «¿habrán hecho algo malo?, ¿los detienen porque no son de mi color, no hablan mi idioma y vienen de sitios lejanos?». Una reflexión divertida sobre una tragedia cotidiana: la expulsión de los inmigrantes.» Norma Falconi, asociación Papeles y Derechos para Todos y Todas. Esta tarde ha salido el sol y hemos venido a jugar al parque. Las niñas y los niños corremos y jugamos, algunos han traído trocitos de pan para los pájaros y otros colocan sus barcos de papel sobre el agua de la fuente. De repente, un furgón oscuro llega. NINUNINU Tres policías bajan y uno de ellos se dirige a una señora: «Control de identidad, ¡los papeles, por favor!». «Le ruego que me perdone, señor policía, no los llevo conmigo. ¡Voy a buscarlos en un momento!» dice la señora. «¿No lleva documentación? ¡Al furgón!» le responde el policía. Después, le piden los papeles a un gato verde que pasaba y como no los tenía (¡los gatos no tienen papeles!) también le detienen. Lo mismo le ocurre a un pájaro. Un niño que observaba la situación decide subir con ellos al furgón porque sin la mujer, el gato y el pájaro, el parque le parece un lugar triste. Entonces, el policía se da cuenta de que el sol también es un extranjero y le pide los papeles. El sol tampoco tiene documentación así que los policías le indican: «¡Al furgón!». El Artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos recoge que toda persona tiene derecho a circular libremente y elegir su residencia en el territorio de un Estado. También a salir de cualquier país, incluso del propio, y poder regresar. Sin duda, las leyes de extranjería no conocen este artículo, tampoco saben de tolerancia e integración. La historia de Henri Meunier, ilustrada con mucho acierto por Nathalie Choux, denuncia, con humor e ironía, las leyes que secuestran la diversidad, el respeto y la luz del sol y convierten a los ciudadanos en sospechosos. ¡Al furgón! es un cuento para leer juntos, para compartir, para cuestionar el discurso del poder y para buscar alternativas que hagan de esta sociedad un espacio más honesto e integrador. Por Raquel Friera
Ficha técnica: ¡Al furgón! |
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!