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«Había una vez un zorro que vivía con muchos otros animales en el bosque. Zorro había tenido una vida larga y feliz, pero ahora estaba cansado. Muy lentamente, se dirigió a su lugar favorito en el claro del bosque. Miró a su alrededor, observó su querido bosque una última vez y se tumbó. Zorro cerró los ojos, respiró profundamente y se quedó dormido para siempre».
Así empieza este álbum ilustrado, para hablarnos de una forma poética y natural de la pérdida de un ser querido. Aquí todos los amigos de Zorro, búho, ardilla y comadreja, osa, ciervo y urraca, coneja, ratón, se sentaron a su alrededor, y poco a poco, cada uno explica los recuerdos compartidos con zorro, y sin darse cuenta, sus corazones comenzaron a sentirse menos tristes. Mientras los animales compartían sus momentos con zorro, una pequeña planta naranja comenzó a brotar de la nieve, y con cada historia, se hacía más grande, más fuerte, y más hermosa. Cuanto más recordaban a zorro, más crecía el árbol, convirtiéndose en el árbol más alto del bosque, hecho de recuerdos y lleno de amor. A través de cada animalito, la autora nos deleita con un sin fin de bonitas historias compartidas, que hacen del nuevo viaje de Zorro algo natural dentro del ciclo de vida. Un delicado, poético y muy tierno álbum, para explicar a los más pequeños la marcha de un ser querido. Desde aquí, queremos felicitar a la editorial como a la autora-ilustradora del álbum, por descubrirnos esta pequeña delicia. Por Olga Vives Ficha técnica: El árbol de los recuerdos |
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