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Una muñeca de trapo, que ha cumplido muchos años, nos cuenta una historia maravillosa que transcurre en la ciudad de Shenzen, junto al delta del Río de la Perla. En esta ciudad, hay muchas fábricas de juguetes y en ellas trabajan las dagonmei. Lu Shzu era una dagonmei. Cuando sus dedos eran pequeñitos, colocaba los ojos de las muñecas. Después creció y sus dedos se hicieron grandes, entonces se encargaba de unir los brazos y las piernas de las muñecas. Un día decidieron que sus dedos ya no eran útiles para trabajos tan precisos y la destinaron a una mesa de empaquetado donde Lu Shzu vio por primera vez muñecas enteras con sus vestidos de colores. En ese momento pensó que ella también quería tener una muñeca. Por las noches soñaba con su muñeca e imaginaba que su abuela tejía para ella un vestido de fiesta. Un día decidió no conformarse y hacer caso a sus sueños. Así que ideó un plan “peligroso”. No es posible leer El sueño de Lu Shzu sin emocionarse. Esta historia, delicada y hermosa, nos recuerda que los sueños pueden cambiar nuestras vidas. Las ilustraciones de Tesa González tienen un trazo tan poderoso y extraordinario que consiguen que entremos en un territorio mágico. Os invitamos a explorarlo. Por Raquel Friera Ficha técnica El sueño de Lu Shzu |
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