Maus es el único cómic que ha recibido el Pulitzer (1992) y la obra más conocida de su autor. Pero no destaca por eso, ni por cómo Spiegelman intenta superar los problemas de la relación paterno filial, a través de la narración que su padre le hace de su vida y que él plasma en sus dibujos, sino por cómo, a partir del relato que su padre le hace, consigue acercarnos a un pedazo de la historia más reciente- el Holocausto- y plasmar el dolor, el sufrimiento y la muerte a la que los judíos y otros muchos debieron enfrentarse durante la II Segunda Guerra Mundial.
Además, lo consigue sin utilizar más colores que el blanco y el negro y sin figuras humanas, ya que los nazis son representados como gatos y los judíos como ratones, lo que muestra la oposición existente entre ambos. El resto de nacionalidades participantes en la guerra son representadas también por figuras animales, eligiendo aquellos que las caricaturizan: así los franceses son ranas, los americanos, perros y los polacos, puercos. Es un cómic cuya lectura pueden compartir los padres con sus hijos y que puede abrir la puerta no sólo al interés hacia el pasado sino a plantearnos preguntas sobre nuestro presente. Por Loreto Pérez* Ficha técnica: Maus *Loreto Pérez es profesora de Historia. |
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