Muy pocos autores tienen el privilegio de ser tan respetados y queridos por sus lectores como Roald Dahl. El secreto, como él afirmaba, es ponerse siempre del lado de las niñas y los niños. Sin moralejas y con grandes dosis de magia, sus protagonistas se enfrentan a las trampas de los adultos y siempre vencen.

Dahl no sólo tiene una voz narrativa poderosa, también domina el oficio de escribir. Su estilo es directo, prevalece la frase corta y el verbo siempre se impone a la descripción. Maneja como nadie la acción y sabe mantener esa tensión propia de los buenos artefactos narrativos. En sus relatos todo importa, cada palabra, cada imagen… juntas conforman una estructura sólida que se sostiene sobre dos pilares: la fantasía y la ironía.

Roald Dahl Matilda

A finales de los años setenta, las aventuras que Dahl imagina y escribe comienzan a ser ilustradas por Quentin Blake. Su trazo, aparentemente sencillo y cuidadosamente descuidado, consigue crear personajes tiernos y muy divertidos. Blake utiliza el lápiz como un mago, consigue que un plano sugiera otros, todos los que necesite la fantasía. A veces, emplea el color y pinta con suaves acuarelas. Su obra es inconfundible, tiene el sello de lo extraordinario.

Dahl y Blake han conseguido, con su maravillosa complicidad, conquistar a los lectores más exigentes: las niñas y los niños. Charlie, James o Matilda forman parte ya de nuestro imaginario infantil.

Sobre Roald Dahl

Roald Dahl nació en un pueblo pequeño de Gales, Llandaff, en 1916. Hijo de padres noruegos, se educó siempre en Inglaterra. En 1934 comenzó a trabajar en una petrolera que le destinó a Tanzania. Cinco años más tarde, se incorporó a la Royal Air Force (RAF) en Nairobi. Sufrió graves lesiones como consecuencia de un aterrizaje forzoso en el desierto de Libia, y pasó seis meses hospitalizado en Alejandría. Después de su recuperación, Dahl volvió a volar uniéndose a la 80ª escuadrilla en Grecia.

En 1942 fue destinado a Washington en calidad de agregado aéreo adjunto. Allí se encontró con el escritor C.S. Forester, quien le pidió que narrara alguna experiencia como piloto de guerra. De esta idea surge su primer relato, A piece of Cake, que fue publicado por el Saturday Evening Post.

Roald Dahl ilustración

En 1943 publicó Los gremlins, su primer libro infantil, cuyos derechos para el cine fueron comprados por Walt Disney, aunque la película nunca llegó a realizarse. Sin embargo, en 1984, se estrena Gremlins, dirigida por Joe Dante, producida por Steven Spielberg e inspirada vagamente en la obra original de Dahl.

Durante sus primeros quince años como escritor, Dahl se dedicó a publicar libros para adultos. Su interés por la literatura para niños comenzó con los cuentos que narraba a sus hijas e hijos antes de ir a dormir. Así nació el relato James y el melocotón gigante, publicado en Estados Unidos en 1961.

James y el melocotón gigante, Roald Dahl

Su segunda novela para niños, Charlie y la fábrica de chocolate, publicada en 1964, fue su primer éxito mundial. Después llegarían: El dedo mágico (1966), El Superzorro (1970), Charlie y el gran ascensor de cristal (1978), El cocodrilo enorme (1978), Los cretinos (1980), La maravillosa medicina de Jorge (1980), Matilda (1982), El gran gigante bonachón (1982), Cuentos en verso para niños perversos (1982), Las brujas (1983), Premio Whitbread, Agu Trot (1990), El vicario que hablaba al revés (1991) y Los Mimpins (1991).

En 1984 publicó dos libros autobiográficos: Boy (Relatos de infancia) y Volando solo. En el primero, Dahl relata las experiencias de su infancia y adolescencia; en el segundo, sus años como piloto de la RAF durante la Segunda Guerra Mundial.

Roald Dahl murió el 23 de noviembre de 1990 a los 74 años en Oxford. Estaba trabajando en El vicario que hablaba al revés.

Charlie y la fábrica de chocolate, Roal Dahl

Su obra

Roald Dahl es autor de géneros muy diversos y de temáticas muy variadas. Escribió relatos macabros para adultos, novelas de ciencia ficción, novelas autobiográficas… Sin embargo, ha sido su obra infantil, los cuentos y los poemas para niñas y niños, la que le ha convertido en un clásico contemporáneo.

Matilda, Roald Dahl

Narrativa infantil:

Los gremlins (1943)
James y el melocotón gigante (1961)
Charlie y la fábrica de chocolate (1964)
El dedo mágico (1966)
El superzorro (1970)
Charlie y el gran ascensor de cristal (1973)
Danny el campeón del mundo (1975)
El enorme cocodrilo (1978)
Los Cretinos (1980)
La maravillosa medicina de Jorge (1981)
El gran gigante bonachón (1982)
Las brujas (1983)
La jirafa, el pelícano y el mono (1985)
Matilda (1988)
Agu Trot (1990)
Los Minpins (1991, obra póstuma)
El vicario que hablaba al revés (1991, obra póstuma)

Poesía para niñas y niños:

Cuentos en verso para niños perversos (1982)
¡Qué asco de bichos! (1984)
Puchero de rimas (1989)

Cuentos en verso para niños perversos, Roald Dahl

Más información sobre Roald Dahl:

RoaldDahl.com
LibrosAlfaguaraInfantil.com
Imaginaria.com.ar
Wikipedia.org

Por Raquel Friera

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